sábado, 29 de octubre de 2011

Los Traidores


 

Traidores surgieron a la escena musical uruguaya a mediados de los años '80. El rock uruguayo había sufrido un importante bajón durante el período 1973-1984, como consecuencia del gobierno de facto que regía los destinos del país. El punto de partida de la banda fue en 1983 cuando Víctor Nattero y su primo Juan Casanova se unieron a Pablo Dana para comenzar a ensayar en sus casas.

La música que sonaba en sus radiograbadores era The Clash, Sex Pistols y todo el rock más radical de finales de los setenta en el Reino Unido. El "Punk" y la "New wave" llegaban a una Montevideo que había permanecido adormecida durante años. Depurando lentamente las influencias y comenzando a delinear su propio estilo, Nattero en la guitarra, Casanova a cargo de la voz, Dana en el bajo y Alejandro Bourdillón en la batería, presentaban una actitud diferente en sus primeros recitales y grabaciones caseras. En uno de sus primeros "demos" Los Traidores registraron algunos de sus temas (a esta altura clásicos) como "Montevideo agoniza" (conocida como "el himno" por su paralelismo con el Himno Nacional Uruguayo), "Buenos días presidente" , "Barrio rico", y una memorable "Viviendo en Uruguay". También por esa época surgió la primera canción que editaría el grupo: "La lluvia cae sobre Montevideo"

Los Traidores comenzaban a pisar fuerte en medio de una corriente de rockeros uruguayos de mediados de los '80 que surgían de la nada, casi sin referencias locales. El grupo empezó a tocar en vivo y creció una legión de fieles que los acompañaba en todos los recitales, verdaderas comuniones rockeras donde se derrochaba mucha energía. Los Traidores encabezaron la primera edición del ciclo "Cabaret Voltaire", una reunión de músicos, artistas plásticos y otras ramas del arte joven alternativo. Apareció el primer compilado de grupos uruguayos: "Graffiti" (Orfeo, 1985). Junto a Los Estómagos, Zero , Los Tontos, Neoh 23 y ADN están Los Traidores con dos temas: "La lluvia cae sobre Montevideo" y el potente "Juegos de poder" . Para la presentación del compilado se llevó a cabo un recital en el Teatro de Verano el día de Navidad de 1985. Increíblemente, casi sin difusión radial ni publicidad, más de 5.000 personas se acercaron al lugar para ver a las nuevas bandas que, sin proponérselo, se estaban convirtiendo en voceras de toda una generación.

Después de aquel show, se sucederían una serie importante de actuaciones y el paso ineludible: la grabación de su primer disco. Los Traidores se habían convertido en una suerte de Clash a la uruguaya, con una escena descarada por parte de Casanova en vivo, un potente bajo de Dana y un feeling particular del guitarrista Nattero.
Su primer LP llevó el nombre de "Montevideo Agoniza" (Orfeo, 1986) y curiosamenete no incluye el tema que le da nombre al disco. Aquella canción, junto a un puñado de sus primeras composiciones quedaron para otra oportunidad por ser consideradas "muy fuertes" para ser grabadas en ese momento. Sin embargo, el disco muestra a la perfección esa mezcla de furia vital y duro existencialismo que la banda emanaba en sus presentaciones, con temas como "Flores en mi tumba" , "Viviana es una reaccionaria" , "La muerte elegante" , "Solo fotografías" y los ya populares "La lluvia cae sobre Montevideo" y "Juegos de poder" .

Los Traidores, con sus temas prohibidos, con sus discos en la calle, con su actitud particular y su música sonando en las radios, se convirtieron en una banda de culto. Tocaron en pequeños lugares, aparcieron en TV, grabaron un par de videos ("La muerte elegante" y "Juegos de poder") y se presentaron en grandes conciertos al aire libre: Velódromo Municipal (4.000 personas), Teatro de Verano (6.000 personas) y el cierre de la última noche de Montevideo Rock I (Rural del Prado), festival en el que participaron Sumo, Fito Páez, La Torre y Legiâo Urbana, entre otros, ante 15.000 espectadores.

El año 1987 llegaría con cambios. El auge del rock nacional disminuyó, pero Los Traidores lograron sobrevivir. Se transformaron en quinteto (incorporando a Caio Martínez en teclados), manteniéndose los originales Nattero, Casanova y Dana. La banda lanzó su segundo trabajo, con un sonido más depurado que le permitió alcanzar otras audiencias. El disco, grabado en Buenos Aires, se llamó "En cualquier parte del mundo" (Orfeo, 1987). Y de esta placa se recuerdan temas como "Nadie alrededor" , "Perros callejeros" , "Profunda medianoche" y "Tango"

En febrero del año siguiente actuaron en la segunda edición de Montevideo Rock (Estadio Luis Franzini), otra vez compartiendo cartel con las bandas más importantes de Brasil, Argentina y Chile. Durante ese año grabaron su tercer LP, que llevó el mismo nombre del grupo "Traidores" (Orfeo, 1988). Y será conocido como el "disco negro", debido a que su tapa era totalmente de ese color. Por ese entonces se editó también una recopilación que recogió lo más interesante del Montevideo Rock II , para la cual Traidores registró en vivo uno de sus temas prohibidos años atrás, "Montevideo agoniza" . Sin embargo, el grupo estaba desgastado luego de varios años de actividad, y entre varias idas y venidas decidieron separarse. Aquel excepcional trío compositivo que unió a Victor Nattero, Juan Casanova y Pablo Dana llegaba a su fin, y con ello se cerraba uno de los capítulos más importantes en la historia del rock hecho en Uruguay.

El tiempo pasó. Casi tres años después, a mediados de 1991, comenzó a circular el rumor de que Los Traidores preparaban su regreso. En agosto se confirmó la novedad, y el 25 de octubre se produjo el reencuentro. Al más alto nivel tocaron en La Factoría, ante 1.000 personas, con entradas totalmente agotadas y frente a una consola de grabación que registró el retorno para un álbum en vivo: "La lluvia ha vuelto a caer" que fue editado al año siguiente con el sello Orfeo. El grupo volvió como cuarteto, con Nattero en guitarra, Casanova en voz, Marcelo Oliveira en la batería y un nuevo bajista: Daniel Bonilla.

Desde ese momento Los Traidores aislados en su sala de ensayo, bajo un hermetismo total, se dedicaron a la preparación de su nuevo material discográfico. En 1994 sorpresivamente rompieron el silencio presentándose en TV y cerrando el ciclo del programa "Control Remoto" (Canal 10), para, entre otras novedades, confirmar oficialmente la edición de un nuevo disco en estudio. El nuevo trabajo, "Radio Babilonia" , en su temática general retomaría las raíces de la banda, imponiendo su clásica intención combativa al tratar los problemas comunes de la calle. Siempre liderados por Víctor Nattero en guitarra y Juan Casanova en voz, Los Traidores incorporaron a Daniel Jacques en el bajo y a Andrés Arrillaga en la batería.
En agosto de 1995 salió a la calle "Radio Babilonia" el tan ansiado disco que marcaba una nueva etapa de Traidores. Fue el primer disco de la banda editado en formato CD, y obtuvo una importante repercusión en el público, prensa y sobre todo en ventas. El culto a Traidores seguía vigente. De este disco grabaron un video del tema "Radio Babilonia" y otro de una versión de "Flores en mi tumba"

La banda paró su marcha nuevamente entre mediados de 1996 y 1997 pues Victor Nattero se radicó en Buenos Aires.
Dispuestos a seguir en el camino, Traidores comezó 1998 ante 6.000 personas, cerrando el primer día del Festival Internacional Rock en R.O.U., realizado en marzo en el Teatro de Verano. Su presentación fue uno de los puntos más altos y aclamados del evento, en el que participaron Illya Kuryaki, Ratones Paranoicos, Man Ray, Pappo, Attaque 77 y 2 Minutos,entre otros.
En abril participaron en la segunda edición del festival "Rock de acá", compartiendo escena con La Renga y Fernanda Abreu, entre otros, ante un Teatro de Verano a pleno.
En junio de 1998 y luego de casi diez años, vuelve Pablo Dana a encargarse del bajo del grupo, Traidores recupera aquel sólido trío compositivo y musical de sus tres primeros álbumes, e incorporan a Roberto Rodino en la batería.

Así fue que Traidores preparó algo novedoso y poco común para la banda: un espectáculo acústico que sería registrado en vivo para la edición de un nuevo disco. El show, denominado "Traidores en la profunda noche" tuvo lugar en el Teatro El Galpón durante los meses de julio y agosto de 1998; con cuatro funciones a sala llena , totalizando 2400 espectadores. La banda recorrió temas de toda su carrera en versiónes acústicas, incorporando instrumentos clásicos como viola y violoncello, enmarcados por un sobrio vestuario y una cuidada escenografía.
Durante el resto del '98 Traidores presentó su show acústico en un clima más íntimo en diversos pubs de Montevideo y del interior. Y realizaron otros recitales eléctricos, como en el que acompañaron a Divididos ante un Teatro de Verano a pleno.
Pero una vez más la banda haría un alto en su carrera.

El año 2000 volvió a reunirlos. En julio Los Traidores anuncian su vuelta, nuevas canciones y que la historia continúa. Al dúo fundador Nattero-Casanova, se sumó nuevamente Daniel Jacques en el bajo y Fernando Alfaro se hizo cargo de la batería. Presentándose en el Teatro de Verano en octubre de 2000, registrando el recital para la edicion del tercer disco en vivo de la banda, el CD llamado "Traidores en vivo y en directo", fue editado a fines de aquel año en forma independiente.
Sin detenerse un instante, Traidores culmina la composición de su nuevo material. En agosto de 2001 la banda se presenta en vivo, frente a más de 1000 personas, en un repleto boliche "Black" adelantando los temas de "Primavera digital". Luego de un extenso período preparando detalladamente la grabación del material, ésta se realizó en los últimos meses del pasado año, editándose recientemente el disco, por el sello Koala Récords. "Primavera digital" muestra una banda sólida y madura, comprometida con la actualidad y siempre evolucionando e innovando en letras y música. El CD incluye doce creaciones propias de Traidores y una versión original de "El hombre de la calle" de Jaime Roos, a modo de homenaje a éste artista clave de la música popular uruguaya. De esta forma, Traidores está de nuevo en la escena del rock uruguayo, que ellos mismos comenzaron hace casi veinte años.



Viviendo en Uruguay (Por Víctor Nattero)

Buenos Aires, mayo de 2002

"Estoy seguro, que el impacto social y cultural que causamos en aquel momento, mas allá de lo artístico, fue mucho mas profundo y significativo de lo que muchos creen. Y fue, también en gran parte, debido a nuestra actitud contestataria y su oscuro entorno..."

Realmente, no sabía si escribir esta historia. Si bien la idea siempre me atrajo, pues no existen revistas especializadas en Rock Nacional encargadas de eso, es bueno que alguien lo haga. También es necesario aclarar ciertas cosas que, desde siempre andan dando vueltas en el aire. Algunas erróneas por mala información, otras maliciosamente inventadas, y algunas puestas en sentido contrario a lo que en realidad significaron o significan.
Por otra parte, no estoy muy seguro si a esta altura, "signifiquemos algo" para alguien. Los tiempos han cambiado. Las nuevas generaciones no tienen la posibilidad de acceder a nuestra obra en su totalidad, ya que el material editado es escaso y difícil de conseguir (excepto por la piratería, gracias muchachos...).
Es difícil encontrar el punto exacto, para poder explicar hechos de aquel entonces. Era otro Montevideo y estaba todo por hacerse. Ahora, por suerte digamos, es un poco mas sencillo para una banda el darse a conocer. En ese momento, hubo que "hacerlo" de abajo. Tanto el público como las bandas, tuvimos que inventarnos y aprender las reglas del juego.
Confío en que al menos, algunas almas se hayan sentido identificadas y aliviadas en aquellos años tan duros. Y que ahora otras puedan encontrar en nuestra obra, algo que también los identifique y los haga sentir bien.
Uruguay, lamentablemente, no siempre trata con el debido respeto a sus "viejos" artistas (tal vez no lo merezcamos...) y los cataloga según "determinados" logros actuales o "determinadas" cuestiones que están lejos de mi alcance, el poder explicar en pocas palabras. De todos modos y esperando que sea de vuestro agrado y sirva para algo, aquí voy. Uniendo las partes de este rompecabezas, sumamente delicado y difícil de armar.



Capítulo I

Una historia de la calle...

"Todos comemos asqueados del mismo basural humano, pero ninguno de nosotros se atreve a vomitar, por miedo a quedar vacíos..."
(Graffiti que escribí en 1985. Después dió paso a una letra de mi autoría: "Estoy vacío". Se ve que ahí, ya había vomitado...)

Todo, o casi todo, tiene un por qué en esta vida, un propósito. Cuando se sabe lo que se quiere y se esta abierto a buscar nuevas y mejores alternativas. Cuando uno está decidido a soltarse de las cadenas del "conformismo facilísta" de las rutinas impuestas, es que aparecen en el camino y desde muy temprano, señales sutiles que hay que poder, querer y saber interpretar a tiempo.
Si bien los Beatles fueron la influencia mayor y la razón principal de toda mi carrera, al leer más adelante "La muerte joven" y escuchar los Sex Pistols, comprendí instantáneamente esas "nuevas señales sutiles" que estaban llegando, me hicieron detener, reprogramar todo. Dar un paso al costado y saltearme un lugar, emprendiendo un largo viaje sin retorno "como un pasajero en un tren, en busca de algún lugar, mi lugar..."
Puedo decir que estábamos en el "momento justo". Y esta bien, es valido. La dictadura, había dejado un gran vacío cultural para la gran mayoría de los jóvenes, y éste debía ser llenado. Estaba todo como "servido en bandeja". Había hambre acumulado de libertad y de cosas nuevas.
Pero no fue tan sencillo. Eso suena un tanto liviano porque ¿cuál es el "momento justo" en un lugar sin "momento justo"?. Casi con 20 años y todos los vientos soplando en contra, tal vez, haya que tener una cierta "visión" como para abrazar a tiempo ese fugaz y único "momento justo". Tener en claro lo que se quiere, no caer ante los "fracasos" y saber cuando, como y que clase de mecanismos activar.
No olvidemos que Uruguay, no fue -ni es- precisamente "la tierra de las oportunidades" y cualquier intento, y mas en lo que al arte se refiere, tiene niveles de sacrificios enormes y escasas retribuciones.
Las condiciones en aquel momento, eran mil y una vez mas duras que ahora. El "Rock Nacional" de los 70, había sido prácticamente paralizado por la dictadura. Sin un espejo "criollo" donde mirarnos, prácticamente tuvimos que inventarnos a nosotros mismos. Y mas o menos fue lo que hicimos. Tomando los modelos de las bandas británicas que nos gustaban y construimos así, nuestra propia y humilde plataforma. Teníamos la clave y mas que nada, todas las ganas...
Si bien, todo se dio de un modo "espontáneo", por nuestra parte fue aprovechado o casi provocado. Hubo una especie de estrategia. En el fondo, sabíamos que nuestra música y nuestra actitud iban a llamar la atención, en un Montevideo dormido. El choque era inminente, y eso iba a ser un buen comienzo. Desde el principio, íbamos a contar con un aparato publicitario a favor, sin quererlo. Habían puesto su atención a nuestro servicio y eso era lo que iba a ayudarnos, solo era cuestión de tiempo. Y el tiempo, estaba llegando.
Por otra parte, me resulta muy poco razonable, pensar que cuatro tipos cualquiera, presenten algunas canciones propias y, de buenas a primeras se conviertan en lo que hoy es TRAIDORES: un grupo de culto. Algo mas tuvo que haber. Lograr trascender mas allá de la música y permanecer en el tiempo, como en el corazón de todos aquellos que aun hoy, a pesar de todo, nos siguen brindando su apoyo incondicional, su cariño y escuchándonos... algo mas tenía que haber.
La batalla fue desigual y librada en un territorio bastante alejado de nuestras débiles posibilidades. Pero la guerra se ganó: hoy por hoy, el Rock Uruguayo existe.
Alguien más -a quien le debemos casi todo- supo ver directamente todo eso. Nos tomó del cuello, nos pulió, y nos dio la oportunidad que necesitábamos, para terminar de cerrar el círculo.
Volver a caminar por las calles de ayer, con lo que me queda de memoria, me hace sentir bien. Voy a atravesar las laminas de todo aquello, desde este presente tan incierto. El hecho de intentar reproducir fielmente cada instante, es complicado y puede malinterpretarse por quienes subestiman a la música uruguaya y creen que no "es para tanto...". Pero por todos aquellos que si creyeron e hicieron esto posible, y a modo de agradecimiento y "retribución", contaré mi parte de esa historia del modo en que lo recuerdo. Y en la forma que lo experimenté



Capítulo II

Ciudad en Sombras
"...No te equivoques, nosotros amamos a nuestro Uruguay, pero no es el mismo Uruguay que vos pensás, ni es el mismo amor que vos crees profesar. Solo un reflejo tuyo transita el mismo suelo por donde vos crees que vas y por donde nosotros estamos seguros que vamos volviendo una y otra vez..."

Al mirar hacia atrás, puedo ver los mal diagramados trazos de una ciudad bastante especial: destruida psíquica, cultural y moralmente por la dictadura. Puedo escuchar los ecos de un rumor diabólico inyectándose en las venas de las radios locales, transmitiendo extrañas tonaditas y modas enlatadas sin contenido alguno. Amparados por un sistema que intentaba vaciar las mentes y almas encarceladas, de aquella ciudad de principio de los ochenta. Si algún valor tiene la banda en si, mas allá de su arte, es haber desintoxicado el organismo enfermo de esa parte de la cultura de nuestro Uruguay.
Estábamos "viviendo en un país..." sin futuro y sin salida. Un país que no nos pertenecía y que hacía todo lo posible por dejarnos afuera. Un sistema que a cada instante nos recordaba que era "su país" y que nada podíamos hacer al respecto, a excepción de tomar las migajas que sobraban de "su" gran pastel. Entonces, algo debía cambiar. Teníamos que encontrar la llave maestra para abrir la puerta exacta; esa que contenía nuestros verdaderos destinos. Y, para nuestro bien, o para su mal, así fue.
Desde muy chico, tuve una guitarra en mis manos y una melodía eterna y desconocida, sonando en mi interior -de donde extraigo retazos a modo de canciones- y, desde siempre, supe que eso era lo único que debía y quería hacer. Tan solo necesitaba algunas cosas, como un "socio especial" para llevarlo a cabo y lo encontré. Mejor dicho, nos encontramos: Salud Juan...
Titulé esta historia, "Viviendo en Uruguay", por reflejar perfectamente mi visión con respecto a la situación de aquel entonces, y todos los demás cuentos baratos que pretendió y pretende hacernos creer este sistema desigual e inservible. Pienso que la vida es mas simple y nada es para siempre.
Me entristece y resulta un tanto extraño, el hecho de que mis compañeros nunca se acuerden, ni mencionen las influencias positivas que el trabajar conmigo pueda haber tenido en sus carreras. Resulta que tan solo soy "un buen guitarrista" olvidando que soy un compositor. Como apropiándose indebidamente de ciertos talentos que me corresponden y cuando ellos saben bien quien soy y que he hecho compositiva y artísticamente a lo largo de todo este tiempo. Tal vez, para ellos, no signifique demasiado, pero de alguna forma nos hemos hecho juntos muchachos, y eso pesa.
Igual, les agradezco profundamente a cada uno de ellos por ayudarme a cumplir mi sueño. Por lo que significaron y significan en mi vida, por las enseñanzas y la "magia" eterna.
Y agradezco muy en especial, a las tres personas que me apoyaron siempre -y aun lo siguen haciendo-: a mis padres y (ahora) a mi esposa Silvina, por no dejarme caer nunca. Pero esa, es otra historia



Capítulo III:

1983/1984 El primer contacto.
"Muchas, de las cosas mas importantes que la banda logró, fueron completamente ignoradas. Hubo mucha gente que solo le prestó atención por conveniencia propia, a hechos totalmente intrascendentes. Supongo que para algunas personas, resulta menos peligroso obviarse de lo profundo y reconocerse en lo superficial..."

Mi encuentro con Pablo Dana, no creo que haya sido casual. Supongo que por esos días, los dioses estaban de muy buen humor y de alguna manera nos juntaron. Yo ya venía tocando en distintos grupos, cosas como covers y todo eso, pero quería algo propio, componer mis propias canciones.
Y ahí estaba Pato, quien entonces tocaba el piano. Con su manera especial y despreocupada de ver y vivir la vida, siempre dispuesto a todo, con su buen humor, siempre Pato... Bastante opuesto a mí, yo, más responsable con el arte y más frío y calculador en la acción. Sin embargo, al mezclar personalidades, obtuvimos un buen resultado, musical y humanamente hablando.
Yo, y mi loco sueño de dar un paseo mas allá del territorio marcado por la horrible realidad musical del momento, y él, dispuesto a acompañarme.
En ese tiempo, yo tocaba en una banda de covers junto a Alvin -baterista del Cuarteto de Nos- en la casa de un chico llamado Gerardo Parrillo, en Malvin. Alguien me presentó a Pato y nos hicimos grandes amigos al instante. Al poco tiempo, nos fuimos por nuestra cuenta y se podría decir, que ahí comenzó todo.
Luego de un breve tiempo, de comenzar a pulir nuestra "estrategia" y componer algunas canciones, dándole forma a todo el asunto, con un puñado de canciones muy mal grabadas (desprovistos de todo lo que se requiere para negociar con un sello), fuimos a una cita con quien, tiempo después fuera el trampolín definitivo, para tirarnos a una, hasta ese entonces vacía pileta, lo que hoy es un océano donde mal que bien pueden navegar los músicos nuevos tranquilamente: Alfonso Carbone.
La banda se llamaba "Persia" (?) y como era de suponer, fuimos justamente rechazados al instante, con la frase que tal vez haya sido el detonante para el gran y definitivo cambio en nuestra actitud mental y musical: "...esto esta bien pero estamos buscando algo mas parecido a ....".-era mentira. Apestaba, pero para no herirnos...- Seguro hablaba de los Sex Pistols, The Clash. O sea, toda la música inglesa que había invadido el mundo a mediados del 70, cambiándolo todo para siempre: El Punk.



Capítulo IV

1985 La lluvia comenzaba a caer...

"Tengo la sensación, de que con la banda, hemos dejado cosas importantes a lo largo del camino girando en los negros surcos de la carretera, como señales que pocos quisieron interpretar, sobre todo, esas partes de nuestras propias vidas que nunca volvimos a recuperar..."

Por las grietas del muro "penitenciario" de aquella ciudad sin alternativas, comenzaban a filtrarse las primeras gotas de una lluvia refrescante. El primer paso estaba dado. De alguna forma, ahora, era nuestro nuevo territorio y debíamos aprender a transitar por el.
En las calles, de a poco, comenzaban a temblar los muros y todos estábamos "cambiando" de piel.
Como ya mencioné, tenía una idea bastante clara de lo que debíamos hacer y que dirección tomar. Aquel Montevideo seco y anestesiado, ahora nos abría sus puertas y pedía a gritos, una revolución cultural y musical. Era "el momento justo" y tenía con que atraparlo.
Si bien Juan ya estaba con nosotros de aquí para allá, aun no pertenecía a la banda.
Habíamos conseguido unas ropas usadas al mejor estilo "Punk", bastante peculiares y ajustadas a la ocasión y un simple de The Clash: "London Calling", algo de los Sex Pistols y nos había volado la cabeza a los tres. Algo se estaba gestando y todo lo nos que faltaba era un vocalista definitivo. Es allí cuando aparece en la escena Juan Casanova, mi primo. Un tipo con una energía tremenda y una capacidad creativa impresionante. "La voz" perfecta para esta banda. Otro demente talentoso, sumado a otros dos dementes talentosos. Juan y yo, (su personalidad y la mía), nos criamos juntos, me vio una y mil veces, desde muy chico, tocando en lugares, etc. Fue una cosa inmediata:
-V.N:"¿Queres cantar en la banda?"
-J.C: "Bueno... no tengo nada mejor que hacer"
Ya estaba formada la banda. Los tres estábamos todo el día juntos componiendo y soñando con todo lo que poco después, se convertiría en realidad. Recuerdo, solíamos ir, en nuestras caminatas nocturnas, al Teatro de Verano e imaginarnos tocando allí. Tiempo después, allí estábamos, tocando y cumpliendo parte de nuestro sueño. Tan solo faltaba alguien que se encargara de la batería. Para resumir, en unos anuncios clasificados, conocimos a Alejandro Bourdillon, quien era todo un personaje, un gran baterista y el que tocaba mejor de nosotros en aquel momento.
Con Juan definitivamente en vocales, (aunque al principio había incursionado en el bajo, pero alguien tenia que cantar y él poseía el número ganador), Pato en el bajo, Alejandro en la batería, yo en la guitarra y la lluvia cayendo sobre la ciudad, nacían definitivamente (aun sin el nombre) LOS TRAIDORES.
Muchas cosas se dijeron respecto del origen del nombre. Si mal no recuerdo, fue sugerido por Fabián, dueño de un pool que frecuentábamos. Una noche, reunidos en el edificio de la calle Rivera, Juan, Fabián y yo eligíamos el nombre para el grupo. Lanzábamos un sin fin de nombres realmente estúpidos al aire, cuando de pronto Fabián dijo, "¿por qué no le ponen Los Traidores, si eso es lo que son...?". Nos miramos con Juan y dijimos ¿Por qué no?. Encajaba perfectamente con todo y ahí quedo. Al principio, se manejó la idea de "NN y Los Traidores", pero sonaba a un solista acompañado por su banda y esa no era para nada la idea.



Capítulo V

Las primeras canciones.
"En nuestros primeros conciertos, había mucha gente violenta... Vestían elegantes uniformes azules con gorras haciendo juego y llevaban placas a modo de identificarse entre sí..."

"Estaba en mi habitación, mirando la calle a través de la ventana. No sé si llovía, pero había mucha gente, y de sus cabezas salían cientos de palabras que volaban por el aire. Entonces, tomé las que mas nos identificaban a todos nosotros y escribí "La lluvia cae sobre Montevideo"..."

Las benditas canciones, las primeras letras...
Todavía conservo esa sensación, de ver como iban tomando forma. Fueron llegando una por una, mágicamente. Es imposible que alguno de nosotros y yo particularmente, recuerde exactamente que tema fue escrito antes o después. Tan solo sé que "No estoy loco", "Montevideo agoniza", "Solo fotografías" y "Juegos de Poder" (todas letras y músicas mías) junto a "Viviendo en Uruguay" (una letra de Juan basada en una idea mía y musicalizada por mí) ya formaban parte de nuestro repertorio, tomando en cuenta los que hoy son los temas mas conocidos de la banda.
Desde el comienzo, buscábamos tener un estilo muy propio. Mas allá de nuestros conocimientos musicales, por aquel entonces bastante limitados, pues ninguno de nosotros nunca estudió música, supimos tomar lo que teníamos a favor. La furia expresiva vocal de Juan, que lo llevó cantar de una manera sumamente especial; las líneas de bajo, creadas como para una primera guitarra; las guitarras "melancólicas" creando un ambiente paralelo al texto por donde las melodías corrieran seguras, y rescatando lo esencial de cada cosa que escuchábamos y mezclarlas sutilmente. Todo eso para poder crear "ese" estilo propio, que podríamos llamar sin ninguna duda "El estilo TRAIDORES". Estoy seguro, aunque no es muy valorado ni mencionado, de que eso marcó una gran diferencia y ayudó mucho en el proceso de todo esto.
En nuestras caminatas nocturnas, habíamos conocido a los primeros punks montevideanos. Frecuentábamos el "Escocia", un boliche punk en Avenida Brasil. Si no me equivoco, de tanto hablar de nuestra banda y lo "maravillosa" que era, ya teníamos "fanáticos" sin siquiera haberles hecho escuchar algo.
Fuimos por nuestra cuenta a grabar unos 12 o 14 temas, a un estudio precario perteneciente a Shaffner, un fabricante de equipos. Todos de una vez en un par de horas, quedaron bastante bien. No lo sé... estábamos muy ansiosos. El viento soplaba misteriosamente a favor. Éramos muy jóvenes y sin experiencia alguna en lo que a grabaciones se trataba, así que cualquier cosa estaba bien, supongo.
Esos temas, fueron en su mayoría compuestos en la calle. Por las noches, en alguna plaza, en la puerta de mi casa y la de Juan (en el barrio Cordón), en la casa de Pato en Piriapolis, o en la de Alejandro. Usábamos dos guitarras folklóricas, que estaban hechas mierda. Una con cuatro cuerdas oficiaba de bajo y un maletín nos servia de batería. Carecíamos de instrumentos y de dinero para comprarlos. Incluso hasta salimos a vender rifas para poder obtener algo de dinero para comprarlos. No se que habrá sido, de las rifas, y del dinero. -si es que vendimos alguna-
Tan solo usábamos nuestra imaginación como consuelo inmediato. Es bueno saber que no siempre se necesita un gran armamento para iniciar una guerra.
De todas formas, el hecho de carecer de instrumentos, nunca resultó ser un problema. Al menos para mí, ya que poseo una extraña habilidad, la cual que supongo que muchos compositores poseen, que es como un grabador multipista en mi cabeza. Allí puedo armar una canción al instante, parte por parte, juntarla completa y escucharla una y otra vez, modificarla, agregarle otros instrumentos, etc. Éste método es el que hasta el día de hoy utilizo para componer y cuando no tengo un instrumento a mano, mi viejo grabador mental, es un buen ejercicio. Deberían probarlo.
Con nuestro flamante "Demo" y todas las expectativas a cuestas, emprendimos una larga caminata hacia ningún lugar cierto. Si bien sabíamos hacia donde íbamos, no sabíamos bien que encontraríamos al llegar.
Repartiendo copias del "Demo" a nuestros "seguidores", poco a poco, comenzaron a preguntarnos cuando tocábamos en vivo. Incluso hicimos correr el rumor de que presentaríamos nuestro primer (inexistente) disco en algún lugar y era todo una gran mentira. Nos sirvió para testear nuestra convocatoria. Al día siguiente, recibimos un montón de puteadas de mucha gente que había ido "engañada" a nuestra supuesta presentación. Todo un éxito, salvo que no estuvimos allí.

Las radios no emitían Rock uruguayo y menos de unos ilustres desconocidos, o sea de nosotros. Así que, sin difusión ninguna, la tarea de publicidad, se basaba en nuestro demo y el viejo "boca a boca", además de graffitear cada pared que tuviera un espacio en blanco escribiendo cosas como: "LOS TRAIDORES son los mas grandes" y boludeces por el estilo.
En ese tiempo, nuestro primer grupo de seguidores no pasaba de 100 personas. Eran nuestros viejos y amados punks de la plaza Viejo Pancho (en Pocitos) y algunos amigos del barrio y del liceo Zorrilla. Nunca nos habían visto en vivo, pero extrañamente nuestra "popularidad" se nos había adelantado y mas gente iba sumándose. Comenzamos tocando en algunas fiestas punk privadas, invitados por amigos, y en un Pub, de forma muy precaria. Creo que se llamaba "Partagas" o algo así.
Ricardo Dandraya, amigo de Alejandro, tenía una copia del demo. Ricardo, trabajaba en Palacio de la Música y nuestro material llegó a las oficinas de Alfonso Carbone. Él, luego de escuchar la canción "Montevideo agoniza" le pidió a Ricardo que fuéramos inmediatamente a verlo, -al menos eso cuenta este ultimo-. Para quienes no conocen a Traidores, a este tema, el público lo bautizó "el himno" por tener la introducción musical y las primeras estrofas del himno nacional Uruguayo modificadas: "Orientales la patria o la tumba/ con libertad o con gloria igual van a morir/ no hay solución/ Montevideo muere...", en lugar de: "Orientales: la patria o la tumba/ libertad o con gloria morir/ es el voto que el alma pronuncia/ y que heroicos sabremos cumplir".
A mediados de 1985, a pedido de Alfonso Carbone, entramos a los estudios IFU, para grabar un demo de mejor calidad. Se incluyeron "El himno" (Montevideo agoniza), "Viviendo en Uruguay", "Juegos de poder" y "Solo fotografías".
No pasó mucho tiempo hasta que vino nuestro primer contrato: "Graffiti" la ensalada cuyo nombre era el del primer lugar que vio nacer a las bandas de una forma más profesional. Era todo un acontecimiento. Las bandas nuevas teníamos la oportunidad de mostrar a un público mayor, nuestro potencial en un disco verdadero. Con tapas a todo color, una foto propia y nuestros nombres en ella... toda una experiencia. La fotografía que allí aparece de Los Traidores, fue tomada por Mario Marotta, en una oficina vacía del primer piso del Palacio de la Música, donde funcionaba el sello Orfeo.
Dos golpes certeros, y "pensados", marcaron nuestra carrera. "Juegos de poder" y "La lluvia cae sobre Montevideo" (ambos de mi autoría). Uno tocaba en forma directa los abusos de poder del gobierno y sus consecuencias nefastas. La otra, más poética si bien la lluvia siempre fue utilizada por escritores de canciones para describir tristeza, esta lluvia era diferente. Tocaba las sensaciones de estancamiento eterno de toda la ciudad. Una lluvia que nos había mojado y nos mojaba a todos por igual. Ya no estábamos tan solos... ¿Entienden a que me refiero?
Fueron nuestras llaves maestras, las que abrieron las puertas cerradas de los oídos, las mentes y los corazones de la juventud de los ochenta.
Nuestras primeras notas y apariciones en TV. (Canal 5) y la primera transmisión de nuestra música por la radio.
Todo eso culmina, con una presentación de las bandas "Los Estómagos", "Neoh 23", "Los tontos", "Los Traidores" y "ADN", en el primer teatro de verano, el día de navidad de 1985. Todo un éxito. Personalmente creo que allí nació, de la mano de Alfonso Carbone (que tuvo la visión de llevar esto a cabo) y de las 5000 personas que presenciaron el show; el Rock nacional y porque no decirlo, Traidores No debe haber sido una presentación buena con respecto a lo artístico. Carecíamos de experiencia con la gran audiencia, no teníamos sonidista propio, ni instrumentos. Apenas estábamos ensayados para la ocasión, pero no importaba. Allí estábamos, sentados en la parte trasera del Teatro de Verano esperando hasta ultimo momento, a ver si alguien nos prestaba algo. Creo que fueron Los Estomagos, quienes gentilmente nos cedieron sus instrumentos para que pudiéramos tocar. Misteriosamente la gente nos apoyó. Una gran ovación al ingresar al escenario, durante el show y al salir de el. Algunas lenguas con alas, dicen que esa noche fue nuestra. La paga era tan poca, que Alejandro tiró su parte en la calle.

Muchos hablan del Lazy Ranch como nuestra plataforma de despegue o algo así. Creo que fue un toque bastante horrible. Apenas recuerdo a Juan de espaldas al público y algún otro espectáculo circense de parte mía, de Pato, y Alejandro. De todas formas, salud y agradecimientos a Los Estómagos, por permitirnos subir a su escenario esa noche.
Lo que sí se es, que a todo ese publico que estaba en esa mítica noche e hizo que subiéramos a tocar, le debemos por esos gestos, buena parte de lo que somos. Mi agradecimiento eterno y un gran abrazo. Ellos saben quienes son



Capítulo VI

1986 Montevideo Agoniza, La Prohibicion y otras leyendas...

"Debe de haber sido un sueño, una visión o algo parecido, en el que veía a alguien, malherido, recostado en un muro, y detrás aparecían unas letras en rojo que decían claramente; Montevideo agoniza..."

Luego de acceder a lugares antes clausurados para nosotros y de invadir el silencio de las radios y demás medios locales con nuestra imagen y nuestra música. De dar entrevistas con aquella actitud tan "traidora" y desafiante que nos caracterizaba. De generar mas de una polémica (a favor) y después de un sin fin de presentaciones en diversos lugares de Montevideo. De la mano de uno de nuestros mejores representantes y particularmente amigo personal, Guillermo "Willy" Baltar que junto a Romancho Berro habían montado "La Rockola" una productora, vino el tan esperado primer disco: "Montevideo Agoniza". Con sus temas prohibidos y nuestra foto en él, apoyados en un muro, todo un acontecimiento en blanco y negro.
"Montevideo Agoniza" es un fiel resumen de la época y su mensaje aún se mantiene vigente en el tiempo. ¿Qué puedo decir del disco y de nosotros mismos, que no suene a pedantería barata?. Es genial. Llegamos al estudio sin saber como mierda íbamos a sonar. No olvidemos, carecíamos de equipos, efectos o cualquier otra cosa parecida. Tan solo habíamos entrado a un estudio por pocas horas anteriormente. Solo con nuestras guitarras folklóricas, nuestra imaginación y nada mas, habíamos construido y "ensayado" cada tema.
Así que es doblemente genial, no en el sentido de un ego estúpido. Es sencillamente genial por eso y por todo el entorno. Es crudo, inocente, primitivo, que se yo... todo esta allí: Uruguay, el punk y los años ochenta. La problemática de ese entonces -y la de hoy en día- están encerradas solo en su titulo. Montevideo agonizaba y nosotros lo sabíamos y quienes lo escucharon en su momento, se sintieron directamente identificados e hicieron eco inmediato de nuestro grito desesperado de guerra tomándolo como propio. Traidores comenzaba a pertenecer a la gente. Habíamos cruzado el limite y no había vuelta atrás.
Todo está en ese disco: nuestra condición de sabernos sin futuro, las vidas en blanco y negro de nuestros viejos y las nuestras propias; las flores que nadie iba a poner en nuestras futuras y solitarias tumbas. Los juegos de poder del gobierno y la gente que jugaba y juega con la miseria de los demás.
Puedo asegurar, que fue todo un golpe para nosotros. Lo habíamos logrado: nuestro primer disco estaba en la calle. Teníamos una mezcla de alegría y cagazo juntas. Apenas hablábamos del asunto o hasta por los codos. Fue todo un viaje.

Comenzamos las sesiones de grabación en el invierno del 86, a principios de Mayo. Jorge Nasser y Pablo Farago (de Níquel) nos alquilaron o prestaron sus instrumentos y equipos. Cuando teníamos unas cuantas canciones ya grabadas, hubo una especie de prohibición hacia algunos temas. Se decía, era por parte de la ministra de educación de ese entonces. Que las letras eran demasiado fuertes y tenían puteadas. Eso resultaba ofensivo para sus oídos. En realidad, estoy seguro que en todo caso, le molestaba y era peligroso, que alguien abriera los ojos y estuviera pensando y diciéndole la verdad a la gente. De cualquier manera, eso nos sirvió para publicidad. El grupo estaba prohibido y eso generaba mas curiosidad. Sin quererlo, a nosotros nos hicieron un favor.
Pero teníamos 5 canciones menos. Faltaba nuevo material y como las cosas no suceden por que si, nos pusimos a trabajar. La prohibición fue para "Las Noticias nacionales" (que luego salió en la ensalada "Rock Uruguayo Vol. 2" del '86) "Viviendo en Uruguay", "Barrio Rico" (editadas en un compilado en casete de 1987 llamado "Montevideo Rock"), "Buenos días presidente" y "Montevideo agoniza" canciones que empezaban a ser los "himnos" de la banda y nuestros "éxitos" por decirlo de algún modo. Volvimos a componer 5 nuevas canciones en un corto plazo, que pudieran competir con las prohibidas. Ahí surgieron grandes temas experimentando otros estilos.
Empezamos a trabajar en la casa de Pato con cosas que teníamos. Juan y yo terminamos "La muerte elegante", "Mentiras", "Salteándome un lugar" y "Viviana...". Algunas frases sueltas por ahí, otras partes de guitarras por allá y bueno, "Montevideo agoniza" estaba pronto. En ese momento Alejandro, no recuerdo bien porque, fue internado por un tiempo.
Es como si nos estuviera viendo. En el cuarto de Pato, (con Alejandro internado) estábamos muy mal. Pato tirado en la cama con el bajo, Juan al costado de la cama con un cuadernito y yo con mi guitarra, tirando los primeros acordes de lo que seria "Flores en mi tumba". No puedo precisar a quien se le ocurrió el titulo de la canción, poco importa. Tenía algo que ver con Alejandro y su situación o la de todos nosotros. Es una canción escrita en el momento por los dos, frase por frase (aunque Juan misteriosamente siempre se adjudicó la autoría de la letra, es erróneo, es de los dos querido Juancito) "Flores en mi tumba" salía un poco del estilo "Traidor" de ese momento. No sabíamos realmente que podía suceder. Una canción del tipo balada, puesta entre otras canciones más poderosas y resultó ser una sorpresa, convirtiéndose en uno de los mejores y más representativos temas de la firma Nattero-Casanova hasta el día de hoy. Recuerdo haber entrado a muchos boliches del momento y escucharla sonando mas de una vez en la misma noche. Con Alejandro recuperado, aunque él tiempo después dijo que no recuerda haber grabado ese disco con nosotros, (si, lo grabaste pom-pom!!) y las nuevas canciones, volvimos al estudio a finalizar nuestra tarea.

Fue grabado en los estudios IFU, con Daniel (Magic) Blanco de técnico. En muy pocas horas -50 entre grabación y mezcla- y en condiciones realmente "favorables". Para que del caos surgiera esa obra clave del Rock Nacional, no se podría haber hecho de otro modo.
La fotografía de la tapa fue tomada en los muros del Cementerio del Buceo, y fue Alejandro quien creó el logo de LOS TRAIDORES para el álbum.
Existen dos videos de esa etapa, filmados en un galpón del Canal 5 por Luis Campos "Campito": "Juegos de Poder" y "La muerte elegante."

Luego del lanzamiento del disco, los temas prohibidos, el mito y los recitales "custodiados" por la policía. Un recordado y confuso Teatro de Verano con un Juan encapuchado, con parte del público que había tomado el escenario y los confusos altercados con la ley, donde tuvimos que abandonar el lugar escondidos entre la gente y por las canteras.
Aquel primer Montevideo Rock, al cual hasta ultimo momento, no sabíamos si íbamos a estar, debido a esos "pequeños inconvenientes" anteriores. Cerramos el ultimo día con unas 10.000 personas. También hay confusión respecto de cuando Pato -en ese Montevideo Rock- le dedica "Fiestas de la crema" -un tema de mi autoría del 86 que nunca llegamos a grabar- a Gustavo Parodi. Solo fue porque a Parodi le gustaba, y en camarines, antes de salir a tocar, nos pidió que se lo dedicáramos. Era por eso y no porque nos lleváramos mal o algo de lo que erróneamente se cree. Realmente nunca hubo una rivalidad entre Los Estómagos y Los Traidores. Mas allá de la sana competencia normal, ambos fuimos -y somos- como las dos caras de una misma moneda.
Los recitales, la leyenda y todo lo demás, fueron las cosas que cambiaron y moldearon nuestras vidas para siempre.

Haré lo siguiente para aclarar ciertas ideas equivocadas de autorías o "funciones" dentro de la banda desde el punto de vista de las canciones.
-"Solo Fotografías": Letra y música mía que enfocaba de alguna forma, las vidas de miles de personas que habían llegado al limite de todo y veían sus horribles resultados. Hablaba además de nosotros mismos. En muchas canciones, hablamos en un sentido mas que figurado de nosotros mismos.
-"Salteándome un lugar": Lo tome "prestado" de un tema de los Sex Pistols. No recuerdo bien su nombre, pero hablaba de saltearse algo o algo por el estilo. De allí me surgió la letra entera y describe perfectamente nuestra "jugada maestra" de avanzar a través de lo que estaba sucediendo. Es de mi autoría también, en música y letra.
-"Viviana es una reaccionaria": Letra de Juan y música mía. Por más que siempre pensé que se trataba de nosotros aunque Juan me ha dicho que no, es un excelente tema.
-"La muerte elegante": Es en base a un titulo que yo tenía. Juan desarrolló las estrofas principales y yo le puse las del estribillo. Particularmente me gusta la guitarra que compuse a destiempo con la batería. Tomé ese recurso de los Beatles y lo adapté en muchas oportunidades como un símbolo distintivo de mi estilo. Lo llevé a la música punk y logré ensamblarlo con estribillos fuertes.
-"La lluvia cae sobre Montevideo": Quise captar las resacas cotidianas de aquel Montevideo rutinario. Mirando por la ventana vi la gente y la letra estaba sobre sus cabezas y caras cansadas. Tan solo lo volqué en un papel y en la guitarra.
-"Flores en mi tumba": Como ya mencioné la letra es de Juan y mía. La música es de los dos, si bien la guitarra principal es mía.
"Viviendo en Uruguay": El titulo, algunas frases y la idea en si es mía, al igual que la musica. Juan la desarrolló totalmente.
-"Barrio rico": Es una excelente letra de Juan, musicalizada por mí.
-"Montevideo agoniza", "Juegos de poder" y "Las noticas nacionales" son letras y música mías.
-"Buenos días presidente": La idea, la letra y música son mías. Juan agregó varias frases.

Con ésto, no quiero desmerecer en absoluto el talento, o la participación de Juan, en quien confío desde hace muchos años como socio creativo. Pero lo justo es justo y es hora de que se sepa la verdad. He trabajado durante estos años sin parar, escribiendo las letras y músicas, creando las ideas para los diseños de tapas, poniendo los títulos de los discos, estructurando y dándole forma al show acústico por ejemplo, y mil cosas más que hicieron a Traidores, así que: jamás pertenecería a una banda donde no pueda escribir mis propias músicas y letras o llevar a cabo mis propias ideas y fuera un simple "empleado" o solo un intérprete de mi mismo, o un buen guitarrista. Aunque ser interprete es muy complicado y muy noble, no es mi estilo, ni mi idea de pertenecer a una banda. No revelaría nada de esto, -que para mi no es trascendente- si no existiera esa gran confusión con respecto a la autoría de las canciones.
En mi regreso de Bs.As, en el 97, después de haber estado ausente por poco mas de un año, encontré la extraña novedad de que yo era solo un "interprete" de mi propia música. Se decía por ahí, que las letras eran solo de Juan. Tal vez él debió aclarar las cosas en su momento pero no se que ocurrió.
Distinto es si me invitan a participar en alguna banda formada. Pero en algo que yo creé, no podría ser nunca unempleado.



Capítulo VII
1987: "... En cualquier parte del mundo..."
"Cuando llegamos a la 'supuesta cima' de la montaña, comenzamos a sentir temor. Porque sabíamos que no habría nada ni nadie debajo para sostenernos si caíamos..."

Muchas cosas buenas sucedieron para la banda durante el resto del 86. Guillermo Baltar, Pato y yo, fuimos a Buenos Aires a concretar un show para la navidad junto a "Clap",, una banda Argentina de los 80, en un Pub llamado "Gracias nena" en la calle Dorrego.
Recuerdo que tuvimos un almuerzo con Andrés Calamaro. Se había colgado con el disco, en especial con "Viviana es Una reaccionaria". La escuchaba una y otra vez, no se si le gustaba mucho o si alguna otra hierba.
Por decirlo de alguna forma, en Uruguay nos habíamos convertido en los portavoces de toda la nueva generación. "Flores en mi tumba" y "La lluvia cae sobre Montevideo" estaban en los primeros lugares de los rankings de las radios y sonando en todos los boliches. Cada concierto era único, lleno de gente. Muchos eran seguidores reales, otros eran simples curiosos, que se acercaban a ver a cuatro caras de locos con aspecto extraño con todo el mito alrededor y después se quedaban. El grupo a mil, el desorden, las razzias, las largas y frías noches en las comisarías, las peleas entre Heavys y Punks, los Cabaret Voltaire -grande Willy!-, el alcohol, algo mas y 1986 llegaba a su fin.

Decididos no quedarnos en un tiempo que se movía imperceptible a velocidad de la luz, Pato, Juan y Yo, -los tres chiflados- comenzábamos a darle forma a nuestro segundo álbum, "En cualquier parte del mundo".
La voz de la calle, hablaba de una separación pero solo eran rumores: estábamos más vivos que nunca, decididos a dar una muestra mas de nuestra fuente inagotable de canciones. Aunque esta vez, con un estilo distinto y poco usual en las composiciones del grupo. Era el paso lógico a dar, seguir avanzando musicalmente. Siempre consideramos que es muy fácil repetir las formulas del primer éxito y así "venderse" y dar mas de lo mismo. Podríamos haber hecho diez "Montevideo agoniza", pero el mensaje estaba dado y no queríamos repetirnos ni estafar al público.
Sutilmente, todo estaba cambiando alrededor. De alguna forma extraña lo presentimos y lo volcamos en cada una de las canciones y la puesta en escena. Alguna gente, decía que nos habíamos "vendido" o algo por el estilo. Nunca supimos bien a que se referían y en tal caso, ojalá hubiera sido así, ahora tendríamos "algo".

(Lamentablemente, cierta gente que habita en Uruguay, cuando ve que a alguien le va bien, automáticamente siente pánico y piensa "¿por qué él si y yo no?" me pregunto si tendrá algo que ver con la envidia)

Tal vez el material, no fue bien interpretado por todos en ese momento, pero tiempo después, mucha gente me confesó haber captado la esencia.
En esa época conocimos a Caio Martínez. Él era tecladista y trabajaba en "Musical Miranda". Nosotros pensábamos incluir en algunos temas los teclados; cosas como violines o pianos. Ésto despertó cierto malestar entre nuestros seguidores, y hasta el día de hoy me pregunto por qué, aunque creo conocer la respuesta. Traidores era -y es- la gente. Ellos querían verlo tal como había nacido, una guitarra, un bajo, batería y la voz. Sin ningún artefacto extraño que pudiera poner en peligro la crudeza de nuestra obra.
De alguna forma aparece en nuestras vidas, la persona que para mí, le daría un verdadero vuelco a la banda en lo que se refiere a representación, contensión y trabajo: Gerardo Miranda.
Otra vez sin baterista, comenzó la nueva búsqueda. Marcelo Olivera (un capo y gran amigo personal) se hace cargo de la batería y "el Fofo" de las pizzas del bar Hispano. Gracias mil Fofo, sin vos no hubiéramos llegado a nada.
Nuestro nuevo disco sería grabado en Buenos Aires, en un estudio profesional (Moebio) y con un productor (Jorge Sadi): la cosa iba en serio. Estábamos en la cima de una montaña virtual. Notas por todas partes, muchos recitales, presentación exclusiva para la prensa con transmisión en directo. Un concierto en el Palacio Peñarol (Rock en el Palacio, 25/8/1987) transmitido por canal 4 y en directo por radio Independencia, con un disco en vivo, y 8000 personas (mas el Fofo) ovacionándonos con todo el poder. Se decía que era nuestro gran momento, y realmente lo era. Antes de salir a tocar, estábamos en el Backsatge bastante nerviosos. Se sentía al público corear nuestro nombre desde el comienzo del espectáculo.
Un Teatro de Verano a lleno total nos despedía una tarde de invierno. Partíamos rumbo a Bs.As, otra vez, todo estaba bien.

Las canciones de "... en cualquier parte del mundo" estaban pensadas para despegar de suelo Uruguayo hacia otros lugares. Buenos Aires era un buen sitio para comenzar a construir esa plataforma. De hecho el técnico y la gente que andaba por el estudio, quedaron bastante impresionados con el material y propusieron producirnos para el próximo disco en Bs.As. Nunca se dio.
Con Juan, Pato y el resto de los chicos, teníamos esa idea y era el paso natural. ¿Cuál era el problema? Si bandas de otros países iban y venían ¿por qué no nosotros?. Ya no era tan localista el contenido en las letras y el sonido perfilaba mas hacia lo internacional. Además, el nombre del disco lo dice claramente, "Los Traidores... en cualquier parte del mundo..."
"El Tango", "La profunda medianoche", "La luna (no cuelga del cielo)", la nueva imagen. Todo listo para conquistar el mundo Pinky, pero... nunca despegamos del suelo. Tan solo nuestra imaginación voló y voló hasta que se estrelló una vez mas contra el suelo egoísta del patio carcelero de los intereses de vaya a saber quien. Alguien le sacó un buen partido a todo esto. Nosotros no.
Lástima Traidores, que como muchas de las buenas bandas Uruguayas, jamás tocamos otros cielos.

De las canciones del disco:

-"Amanecer (en cualquier parte del mundo)" : La escribí después de ver una película donde el protagonista moría y les decía a sus compañeros algo respecto de un amanecer. Por otro lado habla directamente de mí y mi interior. Yo había caído en un extraño laberinto del que quería escapar, pero no encontraba salida. Huir de donde habíamos llegado y la nada que nos esperaba al final. Algo intuí y lo plasmé en esa canción. Además deja claro que quería dar un paso mas allá de nuestro cielo Uruguayo.
-"La luna (no cuelga del cielo)": Otra letra mía en la que vuelvo a insistir con las apariencias, con mi estado de ánimo respecto a la supuesta nada que brillaba al final del túnel. La música es mía también. Recuerdo que Juan y yo estábamos en la casa de mis viejos, discutiendo de los temas nuevos. Él me decía de que faltaba alguna clase de letras, no recuerdo bien, y que la escribí en ese mismo instante. Juan y yo hemos sido, grandes disparadores de ideas para nosotros mismos. Juntos hemos encontrado un lenguaje. Mas allá de las palabras, la famosa "química" con solo mirarnos, adivinamos la idea del otro y en un instante las llevamos a cabo.
-"Tango (la claridad)" : Quise referirme a los dictadores y los abusos de poder de la democracia ante la "debilidad aparente" del pueblo. El tango en sí, es algo muy montevideano y siempre me gustó. Intenté dejarlo como un estilo bien traidor pero tuvo poca aceptación. A pesar de ello, más de un tema tiene esa pátina arrabalera.
-"Grises de Invierno": Hablo de las apariencias otra vez. De lo que está y no podemos tocar. De las cosas que tenemos y no podemos alcanzar por miedos o por creernos enterrados antes de morir.
-"Perros callejeros": La escribí pensando en Traidores. La noche eterna y el cielo cargado anunciando lluvia. Es cien por cien, Traidores por dentro.

Todas las canciones son mías en letra y música. Excepto "La profunda medianoche", una adaptación de Juan de una canción de Nietszche.

Las fotos del disco fueron tomadas por Marcelo Isaurralde, (todo un genio). Dicen que el LP, estaba pedido por mucha gente desde antes de su lanzamiento y que las primeras 2000 copias se agotaron en una o dos semanas.

Montevideo Rock II, (con 15000 personas en el Franzini, 27 de febrero del '88), muchos otros recitales, el interior, el público. Nuestra montaña virtual se iba desvaneciendo lentamente. Mucho polvo blanco trazando líneas en la carretera y la leyenda continuando a toda velocidad.



Capítulo VIII
1988: "El disco negro"

"En algún momento de nuestro viaje, 'alguien' cambió deliberadamente las señales del camino por donde exitosamente veníamos andando, desde ese entonces, nunca más pudimos volver a tomar nuestro lugar..."

"Siempre pienso, que la gente que se levanta a la mañana para ir a trabajar día tras día, viéndose morir cada noche, a lo largo de toda su existencia, debe poseer la mayoría de las ideas que pongo en mis canciones garabateadas en el corazón y sonando en sus cabezas, solo que no quieren dejarme sin fuente de trabajo... Y pienso, que ellos, si lo hicieran, lo expresarían mejor que yo..."

TRAIDORES pudo haberlo tenido todo. Todas las señales indicaban que, con un pequeño esfuerzo extra de nuestra parte y si quienes manejaban la banda o apostaban a ella daban un paso más allá, la historia era otra. En la calle, la gente continuaba dando su apoyo incondicional. Cada vez crecía más y más la "legión" de seguidores; no había un solo lugar donde fuéramos que no nos conocieran y además, apoyaran "a muerte" lo que nos motivaba a seguir andando pese a la gran tormenta que se divisaba en el horizonte.
Lamentablemente, los rumores de una separación eran más que ciertos esta vez. Ya habíamos hecho mil y un malabar para sostenernos en pie. Estábamos relativamente distanciados. Sobretodo Juan y yo estábamos debilitados y las cosas andaban internamente mal. Los grandes desacuerdos musicales y personales, los egos injustificados de quienes se asociaron a la idea del "haz fama y échate a dormir" cayendo en la ilusión de creerse "estrellas de Rock" en Uruguay, sumado al poco dinero, el nunca despegar hacia otros cielos, la rutina, etc...

Pero existía principalmente el compromiso con el creciente público, que a cada rato nos preguntaba por el nuevo material y además, un contrato firmado. Debía existir un tercer disco. Personalmente, siempre tuve la idea de seguir adelante con la banda que había fundado, pese a todo; pero cuando uno es parte de un grupo, las decisiones no pueden ser tomadas individualmente.
Ya bastante distanciados, recuerdo haber escrito el 90 por ciento de ese disco en menos de una semana, solo. Sacamos ese laberinto extraño de raras experiencias introspectivas y vaya a saber que historia, una vez más intentando dar un paso adelante en lo referente a estructuras y formas de composición. Por ese entonces ensayábamos en un local perteneciente al Centro Automovilista del Uruguay, donde mis viejos trabajaban, cosa que nos permitió esa semana, estar largas horas creando y ensayando sin interrupción.
Si la memoria no me falla, Pato había tocado en esos días, en calidad de "contratado" con Níquel, lo que motivó, debido a los desgastes con Traidores su posterior partida, supongo...
Por otra parte, Gerardo Miranda nuestro manager, partiría para Buenos Aires y ya no contaríamos con su apoyo.
Otra vez grabaríamos en Bs.As, con el mismo técnico del "...En cualquier parte del mundo" (Oscar Magariños) y Jorge Sadi en la producción. Esta vez, por idea mía, sin fotos en la tapa. Un manto negro cubría la superficie del sendero por donde debíamos transitar, en la contratapa una triste mueca de nosotros mismos... todo estaba dicho. Adentro, un papelito con las letras mal copiadas como un símbolo de la poca o la no- colaboración del sello editor. Supongo que excepto el público, nadie a nuestro alrededor tenía intenciones de seguir adelante y así, lamentablemente, comenzaba el principio del fin, el barco se hundía y los capitanes saltaban primero. En cierta forma, cuando escribí la letra de "Nadie alrededor" hablaba de eso, sabía que nadie estaría allí si caíamos.

Se supone, que una banda que se considera ya establecida en el mercado, con varios discos editados, notas por todas partes, una imagen y un nombre reconocidos, y un numero considerable de seguidores, tienda naturalmente a crecer y proyectarse cada vez más y logre, con esfuerzo, construir una estructura mas de acuerdo con lo que esta requiere. Nadie por si mismo, sin los medios apropiados, puede en este caso, trascender sin el debido apoyo y la inversión necesaria de quienes tienen el poder para hacerlo. Usualmente, las bandas dan todo de si, todo lo que poseen, que es su obra, su tesoro más grande, y generalmente, económicamente la recompensa mayor, es una bonita y lustrosa patada en el culo.
También es de suponer que quienes te contratan y promueven o manejan, te ayuden a despegar para que "el negocio" sea cada vez más redituable, y puedas vivir de tu arte, pero lamentablemente, para TRAIDORES, esto parecía no ser posible, es decir cuanto más avanzábamos en popularidad, menos lográbamos a nivel estructuras y posibilidades. Estábamos sostenidos de un "algo" sin forma ni lógica alguna, la apariencia era la única estrella del espectáculo, pero la realidad era completamente otra. Ésto generaba un clima de desgaste tan grande, que apenas podíamos trabajar juntos y tranquilos. Debo destacar, una vez más que el público fue, es y será, quien se mantuvo al firme apoyando y dándonos todo de sí, sin eso todo hubiera sido mas que en vano. Increíblemente, teníamos menos horas de grabación que en los discos anteriores, menos disposición de quienes colaboraban con la banda, y así comenzaron a dibujarse los trazos de un sendero involutivo, que nos llevarían lentamente hacia un abismo de porquería. Nunca entendí por qué, quienes se suponía cuidaban a la banda, o trabajaban con o para ella, la dejaron morir así porque si.
No se quien tuvo la responsabilidad directa de todo eso, ni me interesa buscar, a esta altura culpables, probablemente y en cierta forma, nosotros mismos habremos colaborado inconscientemente de arruinarlo todo, por no detener a tiempo, este tren descarrilado y su carga de poca autoestima y bajas ambiciones.

Por otro lado, Pato Dana y Caio Martínez, ya nos habían planteado a Juan y a mí, la posibilidad de convertirse en compositores para la banda. Esto aparentemente habría motivado en ellos algún tipo de malestar, tal vez ya no se sentían bien siendo interpretes y querían dar un paso más, lo que considero muy bueno y positivo, pero en este caso, debería ser fuera de TRAIDORES. Personalmente, considero que cada integrante de una banda es bueno en su función. TRAIDORES tenía una marca registrada de composiciones desde su principio, y no era fácil insertar cualquier otro "lenguaje". Juan y yo, nos habíamos encargado desde siempre de todo juntos (aunque en los primeros discos figuren todos como autores, no es así, tan solo era por amistad) yo me había encargado, con la colaboración de Juan, siempre de las letras, las músicas, arreglos y todo en general. De esa manera le habíamos dado una forma a lo nuestro y era prácticamente imposible mezclarlo con otras formas. Juan y yo, habíamos encontrado un lenguaje "traidor", y así lo apoyaba y distinguía la gente. Nos correspondíamos con las letras que ambos creábamos y yo le ponía las músicas y el punto final. Supongo que eso, habrá causado en ellos cierto malestar y de allí el principio del fin, las nuevas divisiones, los sub-grupos dentro del grupo, las miradas de resentimiento, el deterioro y la caída definitiva.

Las sesiones de grabación fueron realmente caóticas. Había un clima extraño y se hizo de muy mala gana. Pato, Marcelo y yo, prácticamente terminamos el disco los tres solos. Juan y Caio, se habían vuelto unos días antes, dejando material sin terminar. Para dar unos ejemplos, en "Solo una canción" (música y letra mía) está grabada la voz guía y no la definitiva, los teclados de "Palabras en un papel" no recuerdo si fueron terminados por Pato o por mí. Ese fue el clima y el disparador de lo que sería definitivamente el final. A la vuelta de Bs.As. lo hablamos con Marcelo y la despedida (no querida por supuesto) sería la mejor solución.

El disco en si es muy bueno aunque pudo tener otra terminación, lo cierto es que no había ningún tipo de apoyo, así que se hizo lo mejor que se pudo.
Excepto "Palabras en un papel" que es una excelente letra de Juan con música mía, (totalmente inclinado a los Beatles,) y "Cuento" que es de los dos, el resto de las letras y músicas son mías aunque Juan aportó lo suyo en alguna, como "Esperando el ascensor" (que es anterior).
Como dije, es un muy buen disco muy mal manejado, tiene canciones realmente buenas. Mi favorita, aunque me gustan todas casi por igual, es "Historia de la calle" Letra y música mías, con alguna frase de Juan.
Así tocamos, fuimos, vinimos, atravesamos los delgados limites, y la primer separación oficial



Capítulo IX
1991: La lluvia ha vuelto a caer.
"Cuando construyo mis solos de guitarra, no pienso en nada. Tan solo me inclino levemente hacia el lado de la tristeza mas dulce y pura. Y no sé por qué, pero es ahí donde siempre consigo lo que busco..."

Empantanados en nuestra propia existencia individual, decidimos retomar después de un tiempo de conversaciones, la senda ya recorrida anteriormente. Pato Dana, quien nunca me dijo bien por qué, aunque lo supongo, deja la banda, incorporándose a Níquel. TRAIDORES estaba de vuelta, con Juan y quien escribe, a la cabeza como siempre y con temas nuevos. Marcelo Olivera en batería y Daniel Bonilla en el bajo, en el lugar de lo que significó una gran perdida personal (Querido Pato: te saludo desde aquí y te deseo de corazón, lo mejor en México o donde sea, arriba mi cuate! Tal vez algún día, en otro lugar, nos volvamos a ver, o no...)
Con Juan, habíamos escrito una serie muy interesante de nuevas canciones. "El invierno en la fabrica" (una letra de Juan con algún agregado mío y música mía), "Máquina" (absolutamente de Juan y una de sus mas grandes letras, con música mía), "Fuego en el cementerio", "Crónica del sur" (Letras de Juan y músicas mías) y otras mas.
No teníamos a nadie que se encargara de conseguirnos recitales así que tuvimos que salir a promocionarnos nosotros mismos, cosa que no es buena para los grupos. Por ese entonces nos enteramos de la apertura de un local especialmente diseñado para espectáculos en vivo, "La Factoría." Nuestra primera presentación en 1991, de la mano de Aldo Silva, -quien ahora está en un noticiero de Canal 12- fue allí.

Para nuestra sorpresa, una Factoría recién estrenada, recibía a lleno total, a unos Traidores también a estrenar. Quedamos sumamente sorprendidos por el apoyo incondicional de lo que hizo grande a esta banda siempre, su publico. Un muy buen disco en vivo mediante, otros recitales y otro distanciamiento. ¿Que horrible no?, definitivamente era invierno en la fabrica.
No tengo mucho que contar de ese periodo. Canciones nuevas, traiciones, Juan parte hacia Brasil y poco más.


Capítulo X
1995/96: Radio Babilonia
"Hojas en blanco, la escribí pensando en todas esas cosas que no podría describir jamás, pero sabía que todos entenderían instantáneamente..."

Juan retornaba de su viaje por Brasil. Por más de un año, permanecimos casi sin contacto, a excepción de un par de cartas. En una de ellas, me contaba que había escrito una letra: "Fragmentos de mi". Yo le envié el trabajo que estaba haciendo, que incluía "Pasajero de un tren". Junto a Daniel Bonilla, habíamos formado "La Mala Sangre", una banda bastante interesante, que lamentablemente, duró muy poco.
Del "Radio Babilonia", aunque era un momento muy oscuro para la banda, puedo decir que es otro disco excelente. Retornábamos a nuestras raíces. De algún modo, lo enlazo a "Montevideo Agoniza" si bien, "Radio Babilonia" encierra un concepto mas profundo y menos inmediato. En lo que a textos se refiere, la crudeza del contenido es similar.
La construcción de los temas aquella vez, fue sumamente elaborada. El hecho de contar con un porta- estudio, equipos buenos y sala de ensayo personal sin limite de horario, nos permitió, pre-producir el disco de una manera más cercana a la profesional. Otra vez los temas comenzaron a fluir uno por uno. Juan se encargaba de las letras, -aunque recuerdo poner mas de una frase en algunos- y yo de las melodías y la música en sí. Por algún motivo que desconozco, Daniel Bonilla abandona la banda y en su lugar ingresa Daniel Jacques, gran bajista y amigo desde siempre.
Como de costumbre nos faltaba un baterista. Es ahí donde, por intermedio de un supuesto "manager" cuyo nombre no recuerdo, -o no quiero recordar- aparece Andrés Arrillaga, un chico que era todo un misterio.

La banda estaba nuevamente re-formada y había temas nuevos. "Radio Babilonia" estaba llegando, el publico acompañaba fiel y silenciosamente. Una aparición en "Control Remoto" en canal 10 y todo comenzaba a rodar nuevamente.
El disco lo grabé prácticamente sordo del oído izquierdo. El médico me dijo que era perforación de tímpano o algo por el estilo.

De algunos temas del disco puntualizaré:

-"Maquina": aunque es anterior, es uno de mis temas preferidos del "Radio...". Influenciado por Jhonny Marr de los "Smiths", construí y grabé -debido al sonido no tan bueno es difícil de notar- un tejido de 4 guitarras alrededor de cada frase o palabra de Juan, para transmitir paralelamente una segunda letra. La Fender Telecaster es una guitarra ideal para ese tipo de estilo más rítmico y cristalino, cosa que me facilitó el trabajo. Una sección media, con coros al mejor estilo Beatles y la letra con el corazón de un Juan mas maduro vocalmente, latiendo como maquina.
-"Como una plegaria" debe ser de las mejores letras que Juan escribió para este disco. La poesía utilizada en este texto es poco usual en las bandas Uruguayas. La música en tiempo de Vals, -aunque en principio la compuse como reggae...- es realmente buena. Nuevamente el tejido de guitarras. Esta vez, girando en torno a una guitarra acústica con pequeños solos alrededor, a modo de completar la letra. Algo que sorprendió a un recién integrado Daniel Jacques, fue la rapidez con la que fue concebida, compuesta en dos minutos, a pesar de que la mayoría de los temas, están compuestos de esa manera.

El resto del disco es muy bueno, tema por tema.
Fue grabado en los estudios "Del Cordón". y el arte de tapa fue realizado por Alejandro Sequeira, en base a una idea que le sugerí: una imágen de Juan, crucificado. Luego Alejandro la modificó a la versión final. En la parte de letras hay un error de imprenta, donde figura Casanova como único autor de la letra de "Flores en mi tumba". Una vez mas aclaro, que la escribimos los dos.

El disco fue presentado en un boliche llamado "Enterprise", el cual estaba lleno de gente, a mas de su capacidad. Incluso a Daniel le tomó mas de veinte minutos llegar desde la puerta al escenario donde lo esperábamos. Hubieron disturbios afuera pero fue un recital realmente bueno. TRAIDORES y su público estaban intactos.
Después de eso, nuestro "manager" había trazado una única línea entre La Factoría y Zorba. Parecía como que eran los únicos lugares que existían en Uruguay para tocar. La rutina, el caos, el desfile de personajes realmente horribles, que se colaban a los camerinos de la banda, el desgaste, la mala paga, el agotamiento de vernos siempre en el mismo lugar, el perro de la casa de al lado ladrando fuera de tono. Que sé yo... otra separación.

Juan se quedó en Montevideo. Con Jacques, fuimos contratados a tocar a Piriapolis todo el verano. Ahí conocí al amor de mi vida. Silvina, quien ahora es mi esposa y la parte más importante. Ella es el arte silencioso y mi inspiración, Ella sabe bien. Gracias Sil.

Al volver a Montevideo, las cosas empezaban a perder el control. Sin salida, ni propuestas decentes, decidimos replegarnos una vez más, antes que caer en las garras de gente verdaderamente malintencionada.

Buenos Aires con su caos, es mi nuevo hogar desde hace unos años.



(Proximo capítulo "1998:- De regreso a casa perdido en la profunda noche-")


Discografía de Los Traidores
 







Montevideo agoniza

Montevideo agoniza
(Orfeo, 1986)
En cualquier parte del mundo

En cualquier parte del mundo
(Orfeo, 1987)
Disco negro

Traidores
(Orfeo, 1988)
Radio Babilonia

Radio Babilonia
(Monitor, 1995)
En la profunda noche

En la profunda noche
(Koala Records, 1998)
Traidores: en vivo y en directo

Traidores en vivo y en directo
(A. N. Producciones, 2000)
Primavera digitalDISCO NUEVO!!!Primavera Digital
(Koala Records, 2002)
Texto extraido de la pagina radioelaguantadero.blogspot.com