Que voy a decir de La Polla Records que no se haya mencionado en estos 33 años desde la fecha de su formacion?
Por esa razon es que paso directamente a hacer una reseña, del que fuera su tercer álbum oficial titulado "No Somos Nada".
Tenía 13 años cuando conoci a La Polla Records, y me acuerdo muy bien que fue mediante este álbum, no llegó a mi ni en formato vinilo, ni en formato original editado en casette, sino que fué en un casette (que como a mucho otros jovenes de esa epoca nos llegaba) mediante una copia, de una copia, de una copia. Antes de haber llegado a mis manos, recuerdo haber visto por todas las calles camisetas estampadas con la portada del disco, y reconozco que fué todo un impacto! Yo ya escuchaba Rock uruguayo post-dictadura, y comenzaba a escuchar bandas Punks y Post-Punk, y lo que hoy se conoce como Rock Radical Vasco.No hubo radio en Am o Fm que una haya emitido alguna cancion de este disco. Tambien recuerdo en los primeros bailes despues de la dictadura, se emitian temas New Wave, Rock, Oldies, Rock Nacional, y los clásicos temas de bandas punkies, entre ellos "No Somos Nada", o " Súbete los pantalones".
En fin, gracias a este disco conoci mas tarde sus álbumes "Salve" de 1984, y "Revolución" de 1985, y con ellos mi interes por el resto del Punk vasco y del resto del Estado Español.
Quizas, y para ser sincero, sean para mi los primeros discos de la Polla Records los mejores, podria llegar a el álbum "Negro" de 1992, y ojo que no soy discipulo de eso de andar diciendo por ahí, que lo que se hacia antes, era mejor.
Bueh...25 años se cumplen en 2012 de la edicion de este "No Somos Nada" y que mejor que hacer un homenaje en tributo a este con un texto extraido de la pagina La Fonoteca, donde saberearemos un detallado resumen donde se mencionan varios datos anecdoticos imposibles de perderse.
Para su tercer trabajo la banda se lanzó a montar su propia compañía de discos (Txata) junto al que había venido siendo su manager desde los tiempos de Soñua, Jose María Blasco.
De todas formas, Oihuka lo volvió a reeditar cuando la banda volvió a trabajar con ellos.
Su grabación estuvo marcada por las disputas con éste último, en cuestiones tan diversas como los técnicos elegidos para la grabación o las letras de canciones como “Las Marras”.
Precisamente este tema terminó grabándose sin mezclas ya que el técnico de sonido desertó tras una de estas discusiones.
La actitud militante de Jose María en cuestiones referentes al nacionalismo vasco, se enfrentaba en ocasiones con las tendencias anarquistas del grupo.
Así, éste se confesaba preocupado por lo que la “gente pudiera entender” cuando Evaristo cantaba aquello de “No al ejército ni vasco ni español”. Finalmente ambas partes rompieron relaciones tras la grabación del disco.
Este mal ambiente pudo influir en el deficiente acabado técnico del disco, aquejado de un sonido que ciertamente deja que desear.
Una auténtica pena porque la portada y el diseño de la carpeta, obra de Orue, son posiblemente de los mejores del grupo.
Contiene además colaboraciones de lujo, como Carlos (RIP) y Natxo (Cicatriz), que parecen no querer dejar solo a Evaristo en la controvertida “Las marras” -le acompañan a las voces.
Además son varios los temas de album que de seguro estarán en la lista de canciones favoritas de muchos seguidores de La Polla Records.
Para la ocasión, la banda aporta una generosa lista de veintiún temas con letras que raspan como lijas como en los dos discos anteriores.
Palos para los de siempre: policía, ejército y fuerzas de seguridad reciben de lo lindo (“Pitufaré”, “Los perros, la carne”,“Todo por la patria”, “Otro militar”, “Las marras”); la ración religiosa la aporta “Hipócritas católicos”, no se olvidan de los políticos (“Odio los partidos”, “No somos nada”), ni de la ciencia, responsable de un progreso irracional (“Progreso y ciencia”, “Cáncer”) y en general del escenario social en el que todo esto es posible.
Comienza el disco con un temazo “No somos nada”, que arranca con un guiño a los tebeos de Asterix y Obelix.
El grupo confiesa que no son nada, simplemente los descendientes de los perdedores de la Guerra.
Y además no son nada porque no se dejan etiquetar en etiqueta urbana alguna.
Sonidos del gaitero José Avilés, y Evaristo en su tono más combativo.
Actitud, por otro lado, que no abandona hasta varios temas después en “Sí hay futuro”, tras los latigazos a compañeros de viaje no deseados, militares y políticos.
En este tema, de título evidentemente engañoso, la música, hasta entonces un auténtico trallazo, da al que escucha un ligero respiro.
Eso sí, la letra se ceba en el sinsentido de este mundo.
La canción “Jamaica” merecería quizás un pequeño apunte.
Escrita en registro pausado, pseudo tropical, hace un repaso desmitificante de la isla caribeña, del reggae, de Bob Marley y demás cuestiones relacionadas.
No parece casualidad que semejante manifiesto llegase en un momento en el que una corriente de grupos vascos trabajaba en la veta abierta por Hertzainak y el tema “Arraultz bat pinu batean” de su disco “Hertzainak” (Soñua, 1984). En el mismo, en tono de parodia, hablaban de un Euskadi tropical, divertido y en el que no era posible problema alguno.
Condicionados o no por el tema en cuestión, grupos como Potato, hacían su fiesta reivindicativa a ritmo cadencioso de reggae.
El tema de La Polla Records viene a ser un auténtico jarro de agua fría ante tanta alienación, una llamada de atención de que en el fondo, no hay nada en la isla que la haga digna de la devoción que se la ha profesado desde siempre.
Curiosamente, algo similar ocurre en el panorama del punk inglés con el tema “Where the hell is Babylon?” grabado por Cockney Rejects en su primer álbum.
En el mismo, el grupo británico se pregunta sobre la existencia y localización de la Babilonia de los rastafaris.
Y tras estas disquisiciones, más tralla, con mención especial a “Real como la vida misma” y “La justicia”, que resultan atronadoras.
En el primero, la bofetada a la figura del rey viene dada con la introducción de un piano, clavicordio o similar para simular un ambiente cortesano, pero termina con un auténtico aullido de Evaristo que pone los pelos de punta.
Con la misma sensación te deja el comienzo de “La justicia”, un clásico de la banda. Y a continuación “Cáncer”, ejemplo de pildora punk de libro de texto. Corta, vertiginosa y de letra nada reconfortante. Del mismo registro son “Odio los partidos” y “Las marras”.
El tobogán que finalmente te lleva hasta el último tema, incluye pasajes en tono de burla como los de “Pitufaré”, “Súbete los pantalones” y algún toque tétrico, como el de “Qué paz”. Y sobre todo la misma tónica de escupitajo antitodo.
A pesar de las deficiencias técnicas ya mencionadas, sigue siendo un trabajo esencial para los amantes del grupo y del punk de los 80.
De todas formas, Oihuka lo volvió a reeditar cuando la banda volvió a trabajar con ellos.
Su grabación estuvo marcada por las disputas con éste último, en cuestiones tan diversas como los técnicos elegidos para la grabación o las letras de canciones como “Las Marras”.
Precisamente este tema terminó grabándose sin mezclas ya que el técnico de sonido desertó tras una de estas discusiones.
La actitud militante de Jose María en cuestiones referentes al nacionalismo vasco, se enfrentaba en ocasiones con las tendencias anarquistas del grupo.
Así, éste se confesaba preocupado por lo que la “gente pudiera entender” cuando Evaristo cantaba aquello de “No al ejército ni vasco ni español”. Finalmente ambas partes rompieron relaciones tras la grabación del disco.
Este mal ambiente pudo influir en el deficiente acabado técnico del disco, aquejado de un sonido que ciertamente deja que desear.
Una auténtica pena porque la portada y el diseño de la carpeta, obra de Orue, son posiblemente de los mejores del grupo.
Contiene además colaboraciones de lujo, como Carlos (RIP) y Natxo (Cicatriz), que parecen no querer dejar solo a Evaristo en la controvertida “Las marras” -le acompañan a las voces.
Además son varios los temas de album que de seguro estarán en la lista de canciones favoritas de muchos seguidores de La Polla Records.
Para la ocasión, la banda aporta una generosa lista de veintiún temas con letras que raspan como lijas como en los dos discos anteriores.
Palos para los de siempre: policía, ejército y fuerzas de seguridad reciben de lo lindo (“Pitufaré”, “Los perros, la carne”,“Todo por la patria”, “Otro militar”, “Las marras”); la ración religiosa la aporta “Hipócritas católicos”, no se olvidan de los políticos (“Odio los partidos”, “No somos nada”), ni de la ciencia, responsable de un progreso irracional (“Progreso y ciencia”, “Cáncer”) y en general del escenario social en el que todo esto es posible.
Comienza el disco con un temazo “No somos nada”, que arranca con un guiño a los tebeos de Asterix y Obelix.
El grupo confiesa que no son nada, simplemente los descendientes de los perdedores de la Guerra.
Y además no son nada porque no se dejan etiquetar en etiqueta urbana alguna.
Sonidos del gaitero José Avilés, y Evaristo en su tono más combativo.
Actitud, por otro lado, que no abandona hasta varios temas después en “Sí hay futuro”, tras los latigazos a compañeros de viaje no deseados, militares y políticos.
En este tema, de título evidentemente engañoso, la música, hasta entonces un auténtico trallazo, da al que escucha un ligero respiro.
Eso sí, la letra se ceba en el sinsentido de este mundo.
La canción “Jamaica” merecería quizás un pequeño apunte.
Escrita en registro pausado, pseudo tropical, hace un repaso desmitificante de la isla caribeña, del reggae, de Bob Marley y demás cuestiones relacionadas.
No parece casualidad que semejante manifiesto llegase en un momento en el que una corriente de grupos vascos trabajaba en la veta abierta por Hertzainak y el tema “Arraultz bat pinu batean” de su disco “Hertzainak” (Soñua, 1984). En el mismo, en tono de parodia, hablaban de un Euskadi tropical, divertido y en el que no era posible problema alguno.
Condicionados o no por el tema en cuestión, grupos como Potato, hacían su fiesta reivindicativa a ritmo cadencioso de reggae.
El tema de La Polla Records viene a ser un auténtico jarro de agua fría ante tanta alienación, una llamada de atención de que en el fondo, no hay nada en la isla que la haga digna de la devoción que se la ha profesado desde siempre.
Curiosamente, algo similar ocurre en el panorama del punk inglés con el tema “Where the hell is Babylon?” grabado por Cockney Rejects en su primer álbum.
En el mismo, el grupo británico se pregunta sobre la existencia y localización de la Babilonia de los rastafaris.
Y tras estas disquisiciones, más tralla, con mención especial a “Real como la vida misma” y “La justicia”, que resultan atronadoras.
En el primero, la bofetada a la figura del rey viene dada con la introducción de un piano, clavicordio o similar para simular un ambiente cortesano, pero termina con un auténtico aullido de Evaristo que pone los pelos de punta.
Con la misma sensación te deja el comienzo de “La justicia”, un clásico de la banda. Y a continuación “Cáncer”, ejemplo de pildora punk de libro de texto. Corta, vertiginosa y de letra nada reconfortante. Del mismo registro son “Odio los partidos” y “Las marras”.
El tobogán que finalmente te lleva hasta el último tema, incluye pasajes en tono de burla como los de “Pitufaré”, “Súbete los pantalones” y algún toque tétrico, como el de “Qué paz”. Y sobre todo la misma tónica de escupitajo antitodo.
A pesar de las deficiencias técnicas ya mencionadas, sigue siendo un trabajo esencial para los amantes del grupo y del punk de los 80.
NO SOMOS NADA
Queridos amiguitos: en este mundo todo
está bajo control. ¿Todo?
¡No! Una aldea poblada por irreductibles
galos resiste ahora y siempre al invasor con una
poción mágica que los hace
invencibles: el cerebro.
Somos los nietos de los obreros que nunca
pudisteis matar, por eso nunca, nunca votamos
para la Alianza Popular, ni al PSOE, ni a sus
traidores, ni a ninguno de los demás, somos
los nietos de los que perdieron la Guerra Civil
¡No somos nada! ¡No somos nada!
Somos los nietos de los obreros que nunca
pudisteis matar, No somos punk, ni mod, ni heavy,
ni rocker, ni skin, ni techno, queréis
engañarnos, pero no podéis, tampoco
está bajo control. ¿Todo?
¡No! Una aldea poblada por irreductibles
galos resiste ahora y siempre al invasor con una
poción mágica que los hace
invencibles: el cerebro.
Somos los nietos de los obreros que nunca
pudisteis matar, por eso nunca, nunca votamos
para la Alianza Popular, ni al PSOE, ni a sus
traidores, ni a ninguno de los demás, somos
los nietos de los que perdieron la Guerra Civil
¡No somos nada! ¡No somos nada!
Somos los nietos de los obreros que nunca
pudisteis matar, No somos punk, ni mod, ni heavy,
ni rocker, ni skin, ni techno, queréis
engañarnos, pero no podéis, tampoco
tenemos precio, vosotros veréis qué
hacéis, nosotros ¡ya veremos!
¡No somos nada! ¡No somos nada!
Somos los nietos de los obreros que nunca
pudisteis matar, somos los nietos de los que
perdieron la Guerra Civil, somos los nietos de
los obreros que nunca pudisteis matar, somos los
nietos de los que perdieron la Guerra Civil.
¡No somos nada! ¡No somos nada!
Quieres identificarnos, tienes un problema,
quieres identificarnos, tienes un problema.
Quieres identificarnos, tienes un problema,
quieres identificarnos, tienes un problema.
hacéis, nosotros ¡ya veremos!
¡No somos nada! ¡No somos nada!
Somos los nietos de los obreros que nunca
pudisteis matar, somos los nietos de los que
perdieron la Guerra Civil, somos los nietos de
los obreros que nunca pudisteis matar, somos los
nietos de los que perdieron la Guerra Civil.
¡No somos nada! ¡No somos nada!
Quieres identificarnos, tienes un problema,
quieres identificarnos, tienes un problema.
Quieres identificarnos, tienes un problema,
quieres identificarnos, tienes un problema.
SUBETE LOS PANTALONES
Súbete los pantalones, no te dejes dar
Súbete los pantalones, no te dejes dar
Sé como estás, yo estoy igual,
todos nos quieren pisar,
es consecuencia de no estar en su juego
Tienen la ley, también tienen a dios,
tienen a su Ejército,
pero nosotros tenemos mala hostia
Súbete los pantalones, no te dejes dar
Súbete los pantalones, no te dejes dar
¡Pelea!
Súbete los pantalones, no te dejes dar
LA JUSTICIA
La justicia, la justicia, el orden y la ley... ¿Por qué vuestra ley necesita estar escrita? ¿Por qué obligais a no discutirla? ¿Por qué, por qué justicia, orden y ley? ¿Por qué, por qué justicia, orden y ley? ¿Por qué vuestra justicia necesita de la ley? ¿Por qué no sois capaces de convencer? ¿Por qué, por qué justicia, orden y ley? ¿Por qué, por qué justicia, orden y ley? ¿Por qué vuestro orden necesita de la fuerza? ¿Por qué golpeais y destrozais cuerpos y mentes? Justicia, orden y ley Justicia, orden y ley... ¡vaya pastel!
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