Una de las cosas que más me arrepiento
de no haber hecho cuando vivía en Wuhan es explorar más a fondo su
famosa escena punk (朋克), la más destacada del país en estos momentos.
Entiendo que cuando uno piensa en China lo primero que le viene a la
cabeza no suele ser este estilo musical, y a mí me sorprendió mucho
descubrir esta faceta de la capital de Hubei,
una provincia que muchos considerarían como parte de la “China
profunda”, aunque ahora me doy cuenta de que contaba con todos los
ingredientes para convertirse en un hervidero de punkies.
No
en vano, Wuhan es una ciudad con un carácter históricamente rebelde
(aquí se originó la revolución que puso fin al Imperio Chino) y sus
habitantes tienen fama de ser muy directos y bastante contundentes
cuando algo no les agrada. Además, aunque el gobierno está intentando
convertirla en la capital de la China central a golpe de urbanismo
vanguardista y ambiciosas obras de infraestructura, a muchos nos da la
impresión de que esos grandilocuentes proyectos chocan con la forma de
ser y de vivir de una población provinciana y eminentemente rural.
De
hecho, el área en la que se fraguó el movimiento punk de Wuhan es una
de las que mejor refleja estas contradicciones, pues aunque hace veinte
años allí no había más que pequeñas granjas, hoy es conocida como el
“valle óptico” (光谷) de la ciudad, debido a la gran presencia de empresas
punteras del láser y demás tecnologías del sector.
Uno
de los primeros grupos punk que nació en esta ciudad es Shengming
Zhibing, conocido en el extranjero por sus siglas, SMZB, aunque a mí me
parece que su nombre completo tiene gancho de sobra, pues proviene de la
Biblia y podría traducirse literalmente como “La hostia de la vida”.
Estos señores fundaron su banda allá por el año 1996, en unos años de
intensa industrialización y cambios que pusieron patas arriba los
cimientos económicos de la vida tradicional.
En
aquellos tiempos en China todavía era complicado acceder a ciertos
géneros de música procedentes de Occidente y muchos jóvenes recurrían al
mercado negro que se formó con el excedente de casetes y CDs de Europa y de los Estados Unidos que llegaban al gigante asiático como basura para reciclar (打口).
Muchos
de aquellos discos y cintas eran rayados o agujereados para evitar su
reproducción íntegra, pero siempre quedaba algo que aprovechar y fue así
como los temas de las grandes bandas mundiales del rock, del metal, del
grunge y del propio punk se extendieron por China. Es decir, los padres
del punk chino conocieron y desarrollaron su género a través de la
basura de nuestro sector musical. Tal cual.
Es
difícil saber cuál fue o cuáles fueron las primeras bandas punk de
China, porque muchas existieron de forma fugaz y no las conocía ni su
madre. En la red de redes hay quienes aseguran que en Wuhan ya había
formaciones de estilo punk en el año 1993, pero lo cierto es que Pekín
fue la pionera de este mundillo, igual que lo fue y lo sigue siendo con
cantidad de corrientes artísticas, muy por delante de la más pija
Shanghai.
Es más, se dice que los primeros punks de China pudieron ser los pekineses Under Baby, quienes publicaron su primer single en 1996, a través de una discográfica taiwanesa. La canción en cuestión se titulaba “Todo igual” (都一样) y en mi opinión recuerda mucho al primer disco de Nirvana, aunque también muestra influencias de la vieja escuela.
Otra
banda punk destacada del país de Confucio es Brain Failure (脑浊),
fundada en 1997 y reconocida admiradora de The Clash, con guiños como el
de su tema “Beijing calling”, aunque sus primeros trabajos fueron
publicados en Japón, por medio de la discográfica Bad News, y su música
no llegaría a comercializarse en China hasta el año 2007.
En
cuanto al mensaje, lo curioso es que tanto Brain Failure como SMZB y
otras formaciones destacadas cantan muchas de sus canciones en inglés,
lo cual puede suponer una forma de esquivar la censura, pues aunque
muchas letras son políticamente inofensivas y podrían ser secundadas por
la rama más progre del PCCh, otras tocan cuestiones más delicadas en
las que los autores ponen a prueba los límites de la libertad de
expresión en un país que, de momento, prioriza el derecho a una mejor
calidad de vida en términos económicos.
Es
más, yo creo que una de las facetas del punk y del punk-rock que más
atrae en China es su faceta hedonista y nihilista, la cual no tiene por
qué implicar mandarlo todo a la mierda y abrir paso al caos, sino
simplemente disfrutar un poquito de la vida y llevar a la práctica
aquello del Carpe Diem, pero sin tener que pasar por la picadora
consumista, lo cual no supone un ideal precisamente popular en los
actuales tiempos chinos de sacrificarse por el futuro de la familia y
entregar la vida al desarrollo económico.
Otro detalle a tener en cuenta es que el término punk en
chino (朋克) lleva el ideograma de la amistad, por lo que tendría
connotaciones muy diferentes a las de la palabra original en inglés, que
sería un sinónimo de gamberro o vándalo.
Volviendo
al tema de los estilos, igual que ocurre en otros países y con otras
lenguas, también hay bandas que imitan o siguen de forma bastante
ortodoxa las aportaciones de las estrellas más destacadas del panorama,
como por ejemplo los NewPants, unos verdaderos adoradores de los Ramones, o Reflector,
a quienes se nota que les mola mucho Greenday. De todos modos, en China
hay grupos de punk de todos los estilos imaginables, aunque a mí me
llaman mucho la atención aquellos que añaden toques de la música folk,
porque creo que ofrecen una forma de conectar con el pasado rural del
país y destacar las contradicciones que ha traido desarrollo.
Eso
es todo por hoy. Espero que la entrada os haya resultado interesante y
si os habéis quedado con ganas de más os recomiendo echar un orejazo a
otros grupos destacados como Hedgehog, SUBS, Fangzui xiangfa, Carsick Cars, Gum Bleed o Demerit. ¡Que aproveche!
http://www.historiasdechina.com/2017/10/08/el-punk-en-china/
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