¿Cuál es el panorama actual de la escena de fanzines en el estado español?.
Estamos en un momento en el que el papel está más vigente que nunca, y en el que hay una convivencia amable con la publicación online. El papel se convierte en objeto fetiche, de coleccionismo, con un valor importante, en función de las manos en las que caiga. Ojo que ya nos saltan las alertas ante el riesgo de sobreprecios por convertirse en tendencia en épocas de modernidad y hipsterismo.
Por contra, las publicaciones online y las redes sociales te pagan en egodólares. A no se que te alimentes de likes, retweets y favs, este no es tu medio.
Estamos en un momento en el que el papel está más vigente que nunca, y en el que hay una convivencia amable con la publicación online. El papel se convierte en objeto fetiche, de coleccionismo, con un valor importante, en función de las manos en las que caiga. Ojo que ya nos saltan las alertas ante el riesgo de sobreprecios por convertirse en tendencia en épocas de modernidad y hipsterismo.
Por contra, las publicaciones online y las redes sociales te pagan en egodólares. A no se que te alimentes de likes, retweets y favs, este no es tu medio.
Los fanzines mantienen la producción desde los márgenes, lanzando
sus propias ediciones, en ocasiones muy limitadas y más ocupados en
asaltar los espacios que en saltar a los grandes circuitos de
distribución. Sin embargo, las buenas gentes del Fanzine Rantifuso, y la plataforma NEUH (No
Es Un Hobby), entre otros, mantienen desde hace algunos años una pelea
con los grandes salones del comic para reivindicar un espacio visible
para los fanzines, lo que les ha valido guasonamente el sobrenombre de El Sindicato de la Grapa.
La reivindicación de espacio en estos grandes salones tiene una
motivación clara: las ventas que encuentran en estos espacios garantizan
la supervivencia de la publicación. Además es una posibilidad clara de
reorientar estos salones hacia públicos más underground, ahora que cada
vez se han convertido más en Cómic-Con de entretenimiento familiar.
En paralelo a esta situación surgen iniciativas interesantísimas como Hostia Un Libro (HUL),
el festival de microedición y guantazos que este año ha celebrado su 4ª
edición y en el que se pueden visitar más de un centenar de stands con
los materiales más variopintas.
Participan en este programa:
David Molina, ex-colaborador de Cretino y dibujante.
David Molina, ex-colaborador de Cretino y dibujante.
Samuel Ranti, que edita desde hace 12 años el Fanzine Rantifuso y
colaborador de muchos otros fanzines. También guerrea con los salones
del cómic de en distintas ciudades del Estado buscando un hueco para la
exhibición de fanzines.
Jose Haz, que lleva la plataforma de autoedición Afeite al Perro donde da rienda suelta a su creación musical como Atomizador y Extinción de los Insectos, y también edita materiales de otras bandas como Sudor y Burro Ácrata. También publica su propio fanzine HAZ desde
hace 11 años. En esta plataforma el dibujo y la música se dan la mano
amigablemente, un clásico en la cultura underground.
Abraham Díaz, dibujante mexicano a quien pillamos de paso por Madrid. Es colaborador de la editorial gráfica subterránea Joc Dog.
Desde 2010, fecha en la que abandonó la escuela de diseño, lleva
dibujando en distintos proyectos, desarrollando su personalidad
artística con un dibujo salvaje y sucio que cuenta con muchos fans y que
le ha traído hasta Madrid, entre otras ciudades, para exponer su
trabajo.
Pedro Toro, forma parte de la organización de Hostia Un Libro (HUL), el festival de microedición y guantazos que este año celebra su 4ª edición en El Campo de la Cebada con
más de un centenar de stands y con un exhibición de bike polo.
Guantazos garantizados, y fanzines a cascoporro, entre otros materiales.
Encuentro fanzineroso de perros delirantes desde la Librería Delirio de Móstoles. Pasen y lean.
La opinión del autor no coincide necesariamente con la de TerceraInformación
https://www.ivoox.com/19482371
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